Por Catherine L’Ecuyer
La Belleza se encuentra en el lugar en el que menos esperamos encontrarla. Que le pregunten a Kelle Hampton.
La historia de Kelle puede ayudarnos a purificar la mirada que tenemos hacía nuestros hijos. Son ellos mismos, con sus defectos, con sus fortalezas, con sus limitaciones. Son ellos mismos, necesitados para su buen desarrollo, de un amor incondicional, de una acogida desinteresada. No hay niño a la carta. No hay niño hecho para recorrer carreras cumpliendo con «hitos». No hemos de verlos como potenciales Einsteins, o Messis. El único niño que puede ser Einstein, es Einstein. No tenemos idea del daño que hace la búsqueda del niño «perfecto». Cada niño es único, digno e imperfecto, como sus padres. De la conciencia y de la aceptación de la imperfección propia y ajena brota la compasión, la comprensión y la humildad, valores que desgraciadamente hoy en día suscitan condescendencia, en vez de provocar admiración.
Esa comprensión no quita que tengamos que buscar la excelencia propia y ajena en la medida de lo posible y según el ritmo de cada persona y etapa de la vida y educando a nuestros hijos exigiéndoles. Pero partiendo de lo que pide la naturaleza de las personas, no de lo que queremos nosotros que sean, inspirados por un ideal de perfección obsesiva y excluyente, y a través de métodos mecanicistas y conductistas que empequeñecen los horizontes de la razón tanto del educado como del educador.
Cada día, y muy especialmente en estos días en que pasamos mucho tiempo con nuestros hijos, tendremos la oportunidad de encontrar Belleza en el lugar menos esperado cuando se equivocan y nos piden con la mirada: “Quiéreme. Quiéreme. No soy lo que te esperabas, pero por favor, quiéreme”.
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Kelly con su hija, Nella |
Felicidades Kelly con tu ejemplo nos ayudas a ser mejores madres…es cierto esos ojos que nos miran nos piden ''quiereme''
y felicidades a Catherine por ayudarnos siempre con su trabajo…
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Me ha parecido precioso tu articulo.
Tu hija es muy afortunada de tener una madre como tu 🙂
Y tu de tenerla a ella. No se explicar con palabras por qué, pero lo eres. Se nota que eres una persona llena de amor y sospecho que ella tiene que ver en eso 😉
Muchas Felicidades, y gracias por dar ejemplo.
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Gracias Catherine por abrirnos aún más el corazón con este artículo.
Un abrazo,
Pili
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Gracias a todos por seguir los posts! Un abrazo fuerte, Catherine
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