A continuación, una entrevista realizada por el periódico El Mundo a Jay Berlsky, psícologo investigador mundialmente reconocido en el campo del desarrollo infantil y los estudios de la familia, Director del Institute for the Study of Children de la Universidad de Londres y Investigador principal del Study of Early Child Care, el más ambicioso estudio sobre educación infantil que se haya realizado en el mundo, en cuanto a duración, número de participantes y temas abordados.
RESPUESTA.– Se han dicho muchas cosas sobre mí. Por ejemplo, que creo que el cuidado materno es bueno y las guarderías son malas. Hacer una afirmación así es simplista y no tiene sentido. Es un dilema muy complicado.
Pero mi punto de vista como científico es que hay pruebas concluyentes de que cuanto más tiempo pasan en guarderías, los niños son más agresivos y más desobedientes. En otras palabras, cuanto más tiempo pasan lejos de los padres, los niños se portan peor. Ojo, no quiero decir que estemos creando psicópatas o asesinos en serie. Es un efecto leve pero irrefutable.
P.– Hay colegas suyos que dicen que ese efecto no es relevante.
R.– Desde luego, pero yo no estoy de acuerdo con ellos. Se trata de un efecto pequeño, sí, pero muy extendido. La mitad de los niños americanos pasa 30 horas a la semana lejos de sus padres durante el primer año de vida. En Europa la proporción es algo menor, pero poco a poco la alcanzaremos.
P.– ¿Influye o no en estos problemas la calidad de la guardería?
R.– Pues no. No influye. Estén en una buena o en una mala, los niños en guarderías son casi siempre más agresivos. En este asunto juegan tres factores distintos. La dosis de la guardería -horas, días y meses antes de ir al colegio-, el tipo -en grupos grandes o pequeños, por ejemplo- y la calidad. Por supuesto, cuanto mejor es la guardería, mejor se desarrolla el niño, pero la agresividad continúa ahí.
P.– O sea, que usted cree que los niños no deberían ir a la guardería demasiado pronto…
R.– No es tan sencillo. Es como preguntarle a un endocrino si es bueno o malo para tu cuerpo un plato de pasta a la boloñesa. Dirá: «Depende. Las proteínas de la carne son buenas, pero los hidratos de carbono, tomados en exceso, pueden convertirse en grasas». El problema con las guarderías está casi siempre en la dosis.
P.– Explique eso.
R.– Básicamente quiero decir que cuanto más va el niño a la guardería, más agresivo se vuelve.
P.– ¿Han averiguado por qué?
R.- No lo sabemos a ciencia cierta. Tenemos algunas ideas sobre cómo pasa, pero ninguna de ellas es concluyente.”
Cada día tengo más la impresión que hay una confabulación -latente, no creo en la conspiración explícita, como no sea la de la estupidez- para arrancar las bases de la educación y de la familia. Es evidente que «com a casa al lloc», que la principal educación debe ser en la familia y con la familia, que hay que minimizar lo extraño. Pero todo son excusas educativas, mercantilistas, del culto al ego y la excelencia, que en realidad es una excusa para invertir el alma (nuestro tiempo) en los hijos: guarderías, extraescolares, planes en verano, divertirse de noche en la disco, estudiar fuera de casa.
Lo mejor de todo es que al final los malos planteamientos acaban con malos resultados. La naturaleza no perdona nunca, como dice el dicho.
Adelante Catherine se acerca un cambio de tercio que vamos a protagonizar.
Gabriel Ginebra
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Gracias por la gran laboral que estáis haciendo difundiendo esto! Pero, cómo parar que sigan construyendo más guarderías en vez de alargar los permisos de maternidad? No os hacen caso los políticos? Los niños no tendrían que ir a ningún colegio hasta los 7 o mejor 10 años…
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